Iniciar cualquier tipo de negocio, nunca ha sido, ni será fácil o sencillo. Lo primero que hay que tener es decisión y voluntad luego gestionamos los demás insumos que hacen falta como el dinero, conocimiento del área en la que se desea emprender, recursos humanos, materia prima, local, y muchas otras cosas, que van a depender del tipo de negocio que quieras poner. Lo cierto es que constituir un emprendimiento puede resultar abrumador, pero también gratificante.
Todas estas situaciones, requerimientos y emociones también suceden aun cuando lo que quieres abrir sea un simple vivero. Por relajado y tranquilo que parezca.
Lo primero es que si te apasiona la vegetación y este es tú negocio ideal, debes poseer conocimientos sólidos acerca del cultivo de plantas, esto te ayudará a decidir qué tipo de vivero es el que tendrás, pues hay 3 distintos:
- Los cultivadores de jardín ofrecen plantas que se cultivan en casa, y generalmente las venden en la entrada como ventas de garaje varias veces al mes.
- Los productores minoristas alquilan o compran en tiendas físicas donde ofrecen sus productos al público.
- Los productores mayoristas se centran en cultivar varias plantas a la vez y las ofrecen a otros vendedores y tiendas para suplirlos.
Debes escoger el tipo de vivero que deseas abrir en función de tu conocimiento, disponibilidad, y si deseas trabajar a tiempo completo o parcial en tus plantas.
Si no has tenido ningún tipo de experiencia en cuidado y manejo de un vivero y estas decidido a montar uno porque
consideras que el cuidado de las plantas es el área de tu interés, te recomendamos que te capacites, aprendas sobre horticultura y temas relacionados como las plagas, el manejo de las semillas y afines, para que conozcas sobre la vida vegetal y tengas bases en el mantenimiento de tu propio negocio. 
Además este bagaje se convierte en un plus a la hora de asesorar a tus clientes.