Wilson Gómez Ramírez considera que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desacredita injustificadamente al país, tildándolo de apátrida, xenófobo, racista y discriminador.
Santo Domingo.- El presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez, dijo este domingo que constituyen una nueva embestida contra el país las declaraciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), las cuales las calificó como un sistemático acoso para desacreditar las instituciones nacionales, tirándonos de apátridas, xenófobos, racistas y discriminadores.
El dirigente del organismo patriótico indicó que la CIDH es una entidad de la Organización de Estados Americanos (OEA) que ha causado mucho daño a la República Dominicana, porque se ha abalanzado en su contra y renovó sus furias a partir de la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, decisión judicial en la que se manifestó el ejercicio pleno de la soberanía dominicana.
“La OEA nunca ha hecho nada en lo absoluto para asistir a Haití, ni ante ni ahora, pese a que su propia carta pone bajo su responsabilidad buscar, colectivamente, solución a los problemas urgentes o graves que pudieren presentarse cuando el desarrollo o estabilidad económicos, de cualquier Estado miembro, se vieren seriamente afectados por situaciones que no pudieren ser resueltas por el esfuerzo de dicho Estado”, señaló Gómez Ramírez.
Precisó que “el país del hemisferio que mayor ayuda y solidaridad brinda a la nación haitiana es precisamente la República Dominicana, que soportar el pesado fardo de una inmigración masiva de indocumentados e ilegales haitianos, sin que esto jamás haya preocupado jamás a la OEA y sus organismos”.
Agregó que el Instituto Duartiano considera que, con esta declaración, ofrecida en medio de una crisis, se ha pensado en la OEA, como instancia que podría contribuir a propiciar una suerte de diálogo, se revela, como se puede apreciar, que para la República Dominicana este organismo no es una garantía de imparcialidad o neutralidad.
El presidente del Instituto Duartiano apuntó que resulta muy claro que este organismo regional, al mantener permanentemente esta actitud, falta gravemente a la letra y contenido del artículo 3, literal b, de su propia carta que establece que “el orden internacional está esencialmente constituido por el respeto a la personalidad, soberanía e independencia de los Estados y por el fiel cumplimiento de las obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del derecho internacional”.